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Hace 30 años aproximadamente el señor José se desplazó desde firavitoba - Boyaca su ciudad natal hasta Cartagena en busca de mejores oportunidades laborales. 

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En el transcurso de su vida el señor José experimentó y emprendió varios negocios obteniendo resultados diversos; decidiéndose  asi aventurarse a emprender un nuevo negocio, esta vez aprovechando su conocimiento en la  elaboración de  unas deliciosas tajadas de plátano, inicio la venta de este producto en una importante y reconocida zona del centro de Cartagena, la calle “Segunda de Badillo”; era un negocio completamente informal, pero a pesar de esto, la calidad y la exclusividad de su producto hizo que este perdurara alrededor de 30 años. 

Además, a través de revendedores el producto del señor José también se ofrecía ambulatoriamente en otros lugares de la ciudad como en la playa, las plazas, los conciertos y otros eventos.

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Hasta este punto el negocio marchaba maravillosamente y era lo suficientemente rentable como para que el señor José hubiera podido levantar a sus cuatro hijos, todos ellos junto con su esposa eran sus principales colaboradores, sobre todo en el proceso de fabricación del producto ya que debe ser completamente manual.

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Aunque el negocio funcionaba mejor de lo que se esperaba en un principio y este representara la única fuente de ingresos de la familia Quijano, pronto el señor José tendría que cerrarlo, ya que precisamente en la zona de la ciudad donde él estaba ubicado se estaba llevando a cabo un proceso de recuperación de espacio público por parte del gobierno local, lo que implicaba desalojar a todos los vendedores informales de la zona. 

Esta situación para el señor José significaba regresar a la misma situación de hace 30 años, desempleado y ahora con una familia que sostener.

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El señor José Quijano muy preocupado por esta situación, pues estaba en juego su propio sustento y el de su familia, necesitaba una pronta y definitiva solución a este problema. 
 

Algo que nunca se imaginó este señor con 65 años edad y que solo alcanzo a culminar sus estudios hasta quinto elemental, es que parte del alivio a sus temores viniera a través del Programa: “Modelo Migratorio de Retorno Voluntario” llevado a cabo en el Consultorio Empresarial de la Universidad de Cartagena con el Auspicio del BID, La Fundación Crea Empresa y la Universidad Sergio Arboleda.

En un principio él se mostro reacio a participar en el Programa, pues lo que menos esperaba este señor era que alguien viniera a enseñarle a hacer las cosas que por tantos años él había estado haciendo. 

Pese a su poca disposición, finalmente accedió a participar del programa, aunque prácticamente obligado, primero por la situación y segundo debido a la motivación que ejercían sus hijos sobre el.

 

Es aquí  cuando sus hijos con todo el interés por llevar un cabo un sueño de empresa que comenzó con el esfuerzo del señor Quijano y  encabezados por los señores Wilmer y anulfo Quijano tomaron la iniciativa de formalizar y legalizar la empresa; fue aquí donde inicio el proceso de la implantación de nuevos procedimientos y mecanismos para comercializar el producto de una manera eficiente y adecuada; desarrollando así  la imagen empresarial y novedosas presentaciones y empaques para el producto  con todo el apoyo y orientación de La Fundación Crea Empresa y la Universidad Sergio Arboleda.

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Hoy día, gracias a su participación en el programa y a la asesoría brindada en este, José Quijano pudo recibir apoyo orientación y formación para su negocio de tajadas de plátano y ahora es el propietario de “Tajaditas Don José”, hecho del que se siente plenamente orgulloso ya que su negocio pasó de ser una venta informal de tajadas de plátano que ofrecía sus productos en una bolsa transparente en las calles, a ser “Tajaditas Don José” una empresa formalizada, reconocida, auto sostenible y con una gran proyección, que además hoy ofrece sus productos con sus empaques respectivamente marcados con el logotipo de la empresa.